¿Nos encaminamos a una sociedad de consumo basada en las subscripciones y la conexión?

¿Quieres que tu Tesla acelere más rápido? Contrata el servicio Ludicrous mode. ¿Quieres alimentar a tu mascota de forma automática o remota? Tienes el Smartfeeder (Nota: la compañía ha quebrado, aunque el alimentador automático se sigue vendiendo, no podrás configurar la App necesaria).

El último capítulo en el avance de las subscripciones no es una nueva plataforma de streaming, es un chaleco para motoristas lanzado por Klim, una empresa especializada en artículos para moteros, con la particularidad de que lleva un airbag incorporado que se hinchará en caso de accidente… si has pagado la subscripción.

El precio de dicho artículo es de $400 a los que hay que añadir la suscripción de $12 mensuales o $120 anuales si queremos que el sistema de airbag funcione(1). Si no se ha pagado dicha subscripción, el airbag, que se conecta por bluetooth al móvil, no se hinchará. La empresa da un periodo de gracia de 30 días en caso de fallo o despiste en el pago del servicio. Tras este periodo, el sistema de seguridad pasará a estar desactivado.

Recientemente, hubo polémica con BMW al intentar cobrar una subscripción por el uso de CarPlay, un conector entre el móvil y los sistemas multimedia del coche, que se vendía como un extra por $300 con un cargo anual de $80 si se quería que el servicio siguiera funcionando. Las críticas han hecho que BMW se replantee la decisión y de marcha atrás.

Con cada vez más ejemplos de servicios bajo subscripción, no habrá que esperar mucho hasta la próxima polémica.

Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/371418

(1) La empresa ha añadido la opción de “comprar” el servicio por $400 con una serie de desventajas frente a la subscripción.

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