La transformación digital, impulsada en gran medida por la pandemia del coronavirus, está dando lugar a una nueva era de servicios, productos y experiencias digitales en un entorno cambiante.
Un contexto en el que la innovación y la tecnología se han convertido en los principales pilares para el crecimiento de las empresas.
Sin embargo, tal y como advierten los expertos, esta inversión debe ir acompañada de la formación de los empleados para retener el talento, aumentar la productividad y conseguir procesos más eficientes. En base a los datos del último estudio de IDC y Red Hat, en el que los investigadores han analizado la formación en distintos sectores de actividad como los servicios profesionales, la construcción o la administración pública, queda demostrado que un incremento en la capacitación de los trabajadores aumenta el valor de la compañía.
El estudio evidencia que la productividad de los equipos de DevOps que recibieron formación en Tecnologías de la Información es 44% mayor frente a aquellos equipos sin ningún tipo de capacitación. Un beneficio que también se refleja en la seguridad (50% más eficiente), en los equipos de infraestructura de TI (34 % más eficientes), y en la asistencia de soporte de TI (21 % más eficientes).
Además, estas eficiencias guardan una relación directa con la capacidad de estos equipos para aprovechar las nuevas tecnologías en la automatización de procesos repetitivos, mejorando así el rendimiento.
Jaime Bejarano, Gerente General de Red Hat Colombia, explica que el capital humano es el elemento decisivo de una compañía de TI de alto rendimiento. Con frecuencia, el éxito de la transformación exige la implantación de nuevas herramientas y capacidades para aprovechar las oportunidades que brinda el mercado.
Queda demostrado que contar con empleados más expertos y calificados se traduce en la optimización de los costes de infraestructura de TI.
Además, los efectos de la formación también son evidentes en el índice de retención del talento. Las empresas participantes en el estudio confirmaron a los investigadores que aquellos empleados calificados y capacitados tienen en promedio un 8% más de permanencia que los trabajadores sin formación.
Es un aspecto de vital importancia en el contexto actual ya que la formación puede ser la herramienta clave para que el personal adquiera un compromiso firme con las organizaciones, lo que se traduce en un mejor rendimiento.
En base a las predicciones de IDC, las compañías crearán más de 500 millones de aplicaciones para 2023. La innovación tecnológica es una apuesta de presente y de futuro, y los equipos de DevOps y de desarrollo deben crear más valor a través de la entrega eficiente y puntual de aplicaciones.
Por esta razón, las organizaciones de TI deben capacitar a sus equipos con el objetivo de que éstos ofrezcan servicios altamente funcionales en ciclos de desarrollo acelerado mediante la innovación.
En primer lugar, es requisito indispensable que el plan formativo esté integrado en la estrategia corporativa, de forma que cuente con el compromiso y el respaldo de la dirección y de los empleados.
En segundo lugar, tiene que adaptarse a la realidad de la organización, en base a sus objetivos a medio y largo plazo. Y, en tercer y último lugar, el plan debe elaborarse teniendo en cuenta las necesidades reales de los equipos de trabajo, la fijación de los objetivos y la determinación de la metodología.
Cuando una empresa trabaja de forma proactiva por una cultura de la innovación, de tal modo que esté interiorizada en los procesos y en los equipos de trabajo, todos los empleados muestran una mayor implicación con la estrategia organizacional. Además, la innovación también constituye una nueva forma de interaccionar dentro de la empresa.
Todos los procesos de innovación tecnológica siempre han requerido de la formación de los empleados para actualizar sus habilidades y conocimientos, pero el coronavirus ha acelerado significativamente la velocidad a la que se producen los cambios, de forma que hay que adaptarse continuamente a ellos.
Esto, para las compañías actuales, significa que, sin innovación, van a ser expulsadas del mercado por sus competidores.
La ola de innovación tecnológica ha demostrado la importancia de desarrollar habilidades digitales a todos los niveles y en todos los sectores de la economía. No hay que olvidar que el impacto de la digitalización se está produciendo en un contexto fuertemente influenciado por la creciente internacionalización y la presión competitiva.
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